martes, 3 de mayo de 2011

COMPARTIR

No se lleva, se entiende pero no se le da valor, compartir lo material, lo que tengo… esto es poco.


En verdad que compartir es mucho mas profundo y lo material no es sino la última demostración, y aun así tal vez la más difícil porque nos cuesta desprendernos de lo que tenemos a no ser que sea para los más queridos.

Pero cuando se comparte en lo profundo, todo se impregna de esta sensación y esta voluntad tiñe con su color todas nuestras acciones.

Compartir es dar una parte al otro y recibir una parte del otro, curiosamente cuando esto se hace a nivel profundo se sorprenden de que pueda ocurrir, cuando en realidad es una parte esencial y natural de la nuestro corazón de nuestro espíritu.

Necesitamos dar lo que tenemos dentro y recibir lo que los otros tienen en su corazón pues es ahí donde están los verdaderos tesoros. Compartir es a veces deslumbrar a los demás, y es cierto pues lo que tenemos dentro ellos no lo tiene y es posible que te admiren pues desean tenerlo, paradójicamente no tiene sentido poseerlo sino que es necesario darlo, asi todo el círculo del dar y el recibir se completa cuando se comparte.

En verdad que hay quien comparte el alma misma, todo su espíritu ha salido de si para darse completamente, no guardarse nada sino darlo para ser recibido, aquel que es capaz de compartir es grande a los ojos del espíritu.

Aprender a compartir los momentos con los demás, vivirlos tranquilamente, relajarse dando momentos y situaciones en las que los demás disfruten, podemos vivir en el día a día el compartir, pues no es solo en lo magnifico y grande en lo que se manifiesta sino que como todas las cosas de Dios, está contenido en nuestra realidad más cercana para que podamos verlo, sentirlo y experimentarlo.

Doy gracias a Dios porque él quiere compartir conmigo su bien más precioso, su amor.

Para Chalo

Hola Chalo


Disculpa por el tiempo que he tardado en escribirte, todo lleva su tiempo y en mi caso creo que discurre un poco más lento.

La verdad me sorprendió que me pidieses que te escribiese, es mucho más fácil para mí ser coherente cuando escribo que cuando hablo, cada uno tiene su realidad.

Muchas veces pienso que lo que para otros es tremendamente sencillo a mí me cuesta un mundo, y no creo que deje de estar en lo cierto, entender las cosas del corazón, de la amistad, de la relación entre las personas, entenderse uno mismo… todo esto aparentemente fácil para otros para mí es un trabajo de orfebrería.

Durante mucho tiempo busque aquello que “admiraba” aquello que socialmente podía ser admirado por los demás, que de daba un toque de prestigio, de superioridad, un lugar frente a los demás, y si se te soy plenamente sincero todavía una parte de mi corazón se mueve en ese sentido, pero también he descubierto otra forma que nos permite realizarnos realmente en la que hay que descubrir qué tenemos en nosotros mismos, en el corazón, en nuestra forma de relacionarnos en toda nuestra realidad… aquello que nos realiza profundamente pues es aquella parte de nosotros más real, más admirable y más valiosa. Se que cuando esa parte se desvele yo también podré sentirme pleno conmigo mismo….

Simplemente conocer esto, es todo un mundo, entenderse uno mismo otro y realizarse plenamente otro… así que creo que me llevará un buen tiempo.

Sin embargo, como no estoy solo y él está conmigo, muy cerquita… todo esto sé que se desvela en el día a día, poco a poco. Yo no tengo experiencias que te hagan postrarte sobre los pies y alabar, aclamar, sentir realmente la fuerza del corazón del Dios en el corazón… Yo solo tengo certeza de ello, de que existe, de que El está ahí, de que me busca, de que Yo también le busco a El, de que quiero aprender a estar con los que tengo cerca y aprender a compartir lo más profundo que tienen , aquello que Dios les regalo en su corazón, compartir…

Compartir, es una palabra olvidada, pero de verdad te digo que aquel que no comparte lo que tiene dentro se le muere, se pudre, compartir para regalar, porque solo así nos sorprenderemos a nosotros mismos del regalo que poseemos, y aquellos que tenemos cerca nos conocerán en profundidad y se sentirán admirados por nuestro deseo de regalar lo que tenemos… Tal vez esto sea muy difícil de conseguir aquí, por miedos, por inseguridades, pero es una verdad esencial del alma, acaso no quiere El compartir con nosotros todo lo que posee, así nosotros tenemos grabada la necesidad de compartir, porque él nos ha grabado a fuego su esencia en nuestro corazón, no podemos ser distintos a él porque El nos ha regalado en nuestro interior su forma de ser …. Aunque seguro que tú Ya conoces esto.

Cuando se comparte lo que uno tiene dentro, uno mismo toma conciencia de lo que posee y todo le hace sentirse grande, sin orgullo pero con la admiración del regalo que posee en su interior, del regalo de ser especial y valioso para los que tenemos cerca… del regalo de ser valioso uno mismo.



A mi todas estas cosas me dan vueltas en la cabeza como verdades absolutas, como verdades de Dios… .Su simple existencia me sorprende y admira profundamente.

Esto es lo poco que tengo.

No porque conocerlo no sea valioso, sino porque la realidad exige ponerlo en práctica y para ello primero hay que saber qué se posee para compartirlo.

Supongo que El hace las cosas en el día a día, y que teje la realidad de cada uno para que al final, la historia personal haya permitido salir lo mejor de nosotros… aunque creo que si no lo consigue a la primera tenemos la suerte de tener un Dios obstinado con los suyos.



Te aseguro que el mundo de la inseguridad, de la angustia, de la autoculpa, del miedo rompe el alma, le pone tantas trabas que la hace incapaz de salir de sí misma, de tener la confianza para siquiera hacer lo que el mundo real más cercano nos propone a cada instante, lo que la realidad de este mismo instante nos propone… si te soy sincero conozco bien estas cosas porque las he vivido y les temo como se le teme al fuego. Pero también pienso que Dios no da puntada sin hilo, si las conozco por algo será. También pienso que El no ha terminado conmigo esta experiencia, por esto estoy tan nervioso y temeroso.

El pasado Miércoles mientras estábamos en misa vino a mí el siguiente pensamiento.



“Deberias confiar”

Yo: No puedo confiar me da miedo, confiar supone dejar que el otro tome el control de uno mismo. Mi falta de control está en mis emociones, en mi estabilidad, en tener los pies en la tierra y me da miedo delegar todo esto a otro, siquiera si es a Dios, porque supone que no tendré control sobre nada, y no sé si con ello él me va a hacer pasar por cosas que no quiero, si realmente me va a curar de ello o si por el contrario no ha terminado y quiere que vuelva a estar como estaba.. .Te aseguro que eso sigue estando en mi corazón… no quiero dejar de ser sincero. Sus ojos ven más allá que cualquiera de nosotros así que El sabe que lo que digo es cierto.

“Eso es miedo… “ vuelve a decirme el pensamiento, la intuición o como quieras llamarlo… porque a veces tienes la sensación de que es un pensamiento distinto al tuyo, pero no deja de estar en tu interior….

Entonces al final de la celebración una personas dice ¿pregúntate si tienes miedo?, si tienes miedo no puedo hacer nada…. Ole!. Y aquí esta la pescadilla que se muerde la cola. No puedo evitar aquello que me separa de la paz, de la tranquilidad, incluso de El.

Doy gracias porque El me puso en el corazón el deseo de buscarle, de buscar el respeto a los demás por lo que son, de tener animadversión a la culpa, al miedo y a la vergüenza, de conocer que El tiene muchas facetas, de esperar que al final me permitirá compartir con él como amigo, no solo como padre o madre, pues todos esos sentimientos y realidades están dentro de él, todos a la vez y para cada uno de nosotros, y eso es absolutamente digno de admiración, de alabanza y de dar gracias por su existencia y por su deseo de compartirlo con nosotros.

Por lo demás, siendo sincero estoy más tranquilo, puedo sacar más ante los que tengo cerca lo que me preocupa, no me gusta, lo que puedo hacer y lo que no…, pero esto sé que es un trabajo a largo plazo.

Hay muchas cosas que ya conoces de mí, pero te aseguro que el conocimiento de una personas no está en lo que es capaz de decir de sí misma a través de sus palabras, si fuese así todos me tendrían por medio loco o locoentero…. pero Yo sé que El está muy cerca… muy cerca… lo que Yo busco un día romperá del todo las barreras de mi corazón… espero que todo esto sea solo un tiempo, aunque se que va a ser largo…. Tengo la esperanza de que él me quiere como amigo, cerca, tal y como él a veces ya lo está.

Solo puedo darte las gracias por tu tiempo, y pido a Dios que te bendiga con su paz…

Un abrazo,

PD: y también que te bendiga con un poco de más amor por el orden…

sábado, 8 de enero de 2011

ESTAMOS EN DIOS

Todo lo creado fue hecho por su mano, y lo que vemos fue creado y salió de su voluntad.
Somos fruto de su voluntad y su voluntad nace del amor de su corazón.

Fuimos creados por y en el amor y por eso por  lo buscamos y nuestra alma anhela vivir en él.

Mira alrededor, todo ha sido pensado, planeado por Dios, ni una sola cosa por pequeña que sea esta fuera de su conocimiento y beneplacito.

¿No se venden dos pajarillos por un cuarto? Con todo, ni uno de ellos cae á tierra sin vuestro Padre. 30 Pues aun vuestros cabellos están todos contados. 31 Así que, no temáis: más valéis vosotros que muchos pajarillos. 32 Cualquiera pues que me confesare delante de los hombres, le confesaré yo también delante de mi Padre que está en los cielos
Mateo 10:29-32

No conocemos todo lo que acontece en nuestro corazón, si fuese asi nos conoceriamos profunda y claramente pero no es así. Y eso no significa que nuestar realidad desconocida no exista, es solo que no esta clara y palpable a nuestros hojos. Mas por ello Dios no nos juzga por todo lo que no conocemos sino que nos da luz en nuestra vida para llegar a conocernos, acaso es mas importante equivocarse o tener conciencia de corazón de donde estan nuestros errores.  Si fuese un juzgador nos vería la equivocacion, pero Dios no es un juzgador, el juicio y la acusacion proviene de otro que no es él, que nubla la mente y nos lleva a la cumpla y al sentimiento de no ser digno.

Dios no juzga, hace gala de su paciencia y espera a que seamos conscientes de como somos, y nos enseña desde con cicatrices en el corazón, algunas tal vez muy amargas, tanto que nos atan a aquellos con los que las hemos vivido o se las hemos provocado, nuestro corazón queda unido a ellos por un vinculo, por un deseo de volver a recobrar lo perdido, por un deseo de perdonar y ser perdonados y volver a vivir un amor pleno y transparente con ellos.

Si dios juzgase habria dictado sentencia y seria culpatoria, pero ese no es el Dios del amor que quiere que volvamos a él. El Dios del amor que nos busca desea que seamos tan limpios como podamos pues es en ese momento cuando nuestro corazón puede habrirse de forma sincera a a la realidad del amor de Dios, compartir la con él, sentir el abrazo de su gracia en nosotros.

Ruego a Dios por que nos de la fortaleza de saber vivir los momentos dificiles a los que nos enfrentamos en nuestra vida, pues no podemos evitar que eso pase, y que ponga su mano y su gracia en cada uno de estos momentos  para que den fruto y nos transformen en lo mas profundo para poder sentir su gracia y su amor.

martes, 13 de julio de 2010

Dios nos hizo diferentes

TEO 4 Dios nos hizo diferentes.


Cuando comencé a adentrarme en las cosas del espíritu, todo me sorprendía hasta tal punto que me parecía imposible y llegaba a bloquearme.

Con el tiempo me he ido tomando mayor consciencia de todo ello y la tensión se ha ido sustituyendo de comprensión y admiración.

Cierto es que creo que Dios tiene mucha paciencia conmigo, aunque también la tiene con el resto de los hermanos. No quiero que ellos sean menos que Yo y Yo menos que ellos.

Una de las cosas que más me maravilla es como el Dios nos hace vivir en una realidad adaptada a cada uno de nosotros.

Si fuese honesto, no sé si todos somos iguales a los ojos de Dios, yo creo que Dios nos ama a todos profundamente, pero luego la vida nos la prepara algo diferente a cada uno de nosotros. Si pensase según el mundo y su ley de derecho diría que todos los hombres son iguales ante la ley, pero no es cierto pues nuestras vidas son todas diferentes; influenciadas por la familia de la que venimos, nuestras capacidades, nuestras motivaciones… todo esto es muy complejo y en el fondo tal vez no equitativo.

Todos estos eran mis pensamientos, hasta que poco a poco Dios me ha ido cambiando mi mirada para intentar entender la realidad interior y desde entonces se ha abierto un mundo rico, maravilloso y que ha hecho bello lo diferente.

No puedo decir que siempre lo entienda en toda su plenitud y muy probablemente este saber no esta reservado para muchos o tal vez para ninguno, pero sí se que mi mente y mi corazón están en él. Es cierto que en muchos momentos me encuentro "perdido" por no poder entenderlo con toda su plenitud, por miedo a inseguridad hacia el futuro, por no sentirme digno de lo él.. pero también es cierto que solo Dios nos conoce tan profundamente y tan en detalle como nadie más podría hacerlo.

Así, ahora sé que Dios conoce el mundo y el mundo no es sino instrumento para los suyos, una herramienta que no es importante en si misma sino para el fin que ha de conseguir en nosotros.

Así, la verdadera realidad es la realidad interior del hombre en el mundo, la que el hombre vive y la que Dios conoce, la realidad a la que en el fondo nos hace enfrentarnos para permitirnos crecer en él.

Y Dios ha hecho que cada uno de nosotros vivamos en una realidad diferente, y esto es digno de la mayor admiración. En el fondo todo está pensado para que en este mundo todos tengamos una realidad hecha a medida, pensada, diseñada para cada uno de nosotros.

En el fondo Dios ama la diferencia. No creo que Dios nos haya hecho a todos iguales, sino a todos diferentes, a todos especiales. Necesitamos sentirnos especiales y diferentes porque en realidad lo somos, pero tambien somos iguales: todos y cada uno de nosotros somos iguales en que Dios nos hizo especiales y diferentes.

Y sin embargo Dios quiso que compartiésemos una parte con él, que una parte de nuestro ser fuese exactamente la misma, que una parte de nuestra realidad no pudiese ser nunca diferente sino siempre la misma en todos nosotros. Dios quiso poner en nosotros su amor, ese amor que entiende de forma clara y profunda en el corazón que los demás son más importantes que no mismo y que se recoge cuando se da y no cuando se recibe. Dios quiso que esa forma de ser estuviese en nosotros y hace que toda nuestra realidad esté encaminada a entender su amor en nuestro corazón, que no sea algo intelectual sino grabado en el corazón de cada uno.

Dios nos hizo especiales y pero nos quiere iguales a él en lo más valioso.

Admiro profundamente la verdad de Dios.

Ruego a Dios que nos permita descubrir su amor precioso en nuestro corazón y vivira través de él todos y cada uno de los días de nuestra vida.

Que el espíritu de Dios este siempre vivo en nuestro corazón.






domingo, 27 de junio de 2010

El premio de Dios

Si mirase hacia adentro, en muchos momentos vería que una parte de mi corazón se queja continuamente.

Unas veces porque miramos a las equivocaciones que hemos cometido, otras veces inundados por el miedo a nuestra propia sensación de impotencia, en otras porque tenemos duda de si tendremos la fortaleza suficiente para salir de una u otra situación y en muchas de ellas le preguntamos a Dios porque me encuentro así, porque me has abandonado.

Y en el fondo, la pregunta tiene toda la razón del mundo, el mismo Jesús se lo preguntó antes de morir. Tal vez a Dios le agrada dejarnos sentir solos por un momento para probarnos, para que nuestro amor se entregue total y ciegamente a él.

Creo que en el fondo él nos busca más a nosotros más que no nosotros a El que nosotros somos su premio. La biblia lo dice, "mira que yo llamo a tu puerta", y si lo hace no es como advertencia sino para decirnos la verdad. Que nos busca, que somos su premio, que nos quiere cerca de él.

Bien es cierto que nada acontece en el corazón del hombre sino es con nuestro consentimiento, pero ¡como me gustaría saber cómo abrir el corazón!, saber ver el momento preciso en el que llaman a las puertas de tu corazón y saber también aceptarlo.

En verdad, que Dios ha de ser admirable a nuestros ojos, que todo lo que nuestro corazón vea será entonces asombroso y sorprendente pues va más allá de lo que nuestro corazón está acostumbrado a ver y sentir. Por eso, creo en un Dios que me busca constantemente, y siento pena no por no poder corresponderle, pero Yo en el fondo admiro profundamente ese Dios que me busca, ese Dios que considera que estar cerca de él no es sino su propio premio, su ganancia porque vuelvo a él.

Dios mío, cuanto cambia esto la realidad que nos han enseñado desde pequeños, lo que nos han inculcado en nuestro corazón, esa realidad en la que tenemos que ser y estar siempre limpios a los ojos de Dios. Pues bien, Dios sabe mejor que nosotros que no somos limpios a sus ojos, que ninguno de los nosotros lo es y sin embargo nos busca constantemente. Esta es su GRANDEZA, que Dios nos busca estemos donde estemos.

Acaso no sale a buscar su oveja perdida.

Acaso no se alegra cuando viene su hijo prodigo perdido durante mucho tiempo.

Así es el amor de Dios, que nos ama sobre todos nuestras faltas y debilidades, un Dios para el que nosotros somos su premio.

Que dios con toda su gracia nos abra el corazón a la sabiduría de su amor

lunes, 14 de junio de 2010

Dios te ama por lo que eres

Todo me cuesta mucho esfuerzo, es como si estuviese arrastrando un fardo pesado.

Todo cuanto intento iniciar me cuesta mucho. Tal vez sea por la tarea en si o tal vez sea porque no mi ser no está en sintonía con la tarea, pero al fin y al cabo mi sensación es de cansancio.

Y lo curioso, es que Yo ya considero que es mi situación habitual, mi forma de vivir, creo que no sabría vivir sino estuviese emocionalmente cansado. Me he acostumbrado tanto a ello que no sabría hacerlo de otra forma.

Tal vez sea que me he acostumbrado a llevar cargas sobre mí, por eso ansío la sensación de libertad, de volar, sentirme sin ataduras, sin la sensación de que lo que haces no agrada a alguien y te lo puede recriminar o de que no llegas a hacer las cosas como tienen que estar hechas.

No significa esto que haga las cosas bien, es muy probable que estén mal por han pasado por la trituradora de mi cansancio y desesperanza. Es muy posible que no estén bien, así que a qué quejarme, al fin y a la postre no están bien hechas.

Me llaman la atención estos círculos viciosos…

Yo quiero encontrar mi lugar, el lugar en el que lo tenga dentro, si lo encontrase, tiene sentido, el lugar donde lo que uno es tiene valor para los demás y para mí mismo, ese lugar en el que uno encaja a la perfección porque está hecho para ti. Ese lugar lo ansío con todas mis ganas.

También echo de menos el amor, con la mano en el corazón, reconozco que no lo tengo. Sé que existe, que está muy cerca pero no lo tengo conmigo, tal vez llegue. Tal vez sea unas semanas o unos meses antes de morir y entonces en ese momento ansíe un poco más de tiempo para expresarlo y decir eh!, lo tengo, ven comparte, mira que es para ti también, mira que la vida es diferente con los ojos de ese amor. Yo reconozco que no lo tengo, pero se profundamente q que existe.

Reconozco mi falta de fortaleza, mi dificultad para tomar decisiones, mi sensación de inseguridad continua, mi falta de saber que quiero y de decidirme por un camino desde el corazón… ninguna de esas cosas las tengo, así que muchas veces me pregunto ¿Qué tengo? ¿Qué vale dentro de mí?

Los que están cerca y me quieren dicen que ven la obra de Dios en una persona, que cuando ven lo que me ocurre, lo que digo, lo que siento, en el fondo ellos mismos necesitan cuidarme y con ello se manifiesta la obra de dios en mí. Pero a mí me parece volver a un sin sentido porque al final yo sigo inmerso en mi incertidumbre, mi inseguridad, mi falta de decisión y mi desesperanza. Tal vez si fuese cierto sería un consuelo, pero incluso para eso necesitaría tener la certeza de que eso es lo que quiere Dios de mi, y no lo entendería porque para que tenerme como una hoja al viento, sin paz…

Creo que es momento de dar un pequeño paso adelante, y lo doy porque sé que nada está oculto a los ojos de Dios, ni uno solo de mis pensamientos, deseos, dudas, frustraciones, experiencias están ocultas. De hecho creo que cuando todo pase, cuando ya no estemos aquí, ni una sola de estas cosas estará oculta a los ojos de los otros, así que en cierto modo no es sino comportarse de forma real, tal y como realmente el espíritu es.

Bien es cierto que la paz del espíritu proviene cuando uno es aceptado, cuando se siente que tiene valor haya hecho lo que haya hecho, que lo que ha llevado tras de sí ya no importa y lo que importa es uno mismo. Y esta es la gracia de Dios que ve más grande a sus hijos que a las equivocaciones que hayan cometido. Para mí este es parte del misterio de andamos siempre buscando y que no queremos aceptar, que nosotros tenemos un altísimo valor para Dios, que nos amo porque lo que somos, por nosotros mismo. Nos cuesta mucho aceptar esto, de ahí la confusión del pecado, porque el pecado, las culpas, los miedos, las dudas,… todo ellos nos aparta de la verdad de que nosotros, y no nuestras obras es lo que Dios ama especialmente.

Estoy plenamente convencido de que hay mucho mas, pero yo no llego a conocerlo, mi inteligencia y mucho menos mi corazón llega a aprehenderlo, a hacerlo mío. Porque Yo también creo en las obras de los hombres que le dignifican y le hacen grande frente a los demás y ante Dios, pues por sus frutos conoceréis el árbol. Pero Dios ha reservado su mayor amor para los más débiles, para los que necesitan que se les tenga en brazos, que se les cuiden que sepan que valen hagan lo que hagan.

¿Como Dios conjuga todo esto? Amigos míos esto pregúntenselo a él.

La paz de Señor sea con vosotros.


viernes, 11 de junio de 2010

Acabo de comenzar mi direccion espiritual. Curiosamente no es lo que uno piensa desde fuera, algo que es de gente extraña, fuera del mundo, llevados porque no se adaptan a él.
Mas bien diría que para mi es mas una busqueda de uno mismo y de lo que habita dentro mi.

Cierto es que todos lo que buscan esta direccion tal vez no esten plenamente adaptados, y en el fondo quien lo está. Lo cierto es que creo que para cambiar, necesitamos una transformacion profunda, que nos sane desde lo mas profundo de nuestro corazón, y para ello, es necesario abrir el corazón y sacar todo lo que hay dentro.

En el fondo no ocurre nada, no hacemos sino que hacer lo que nuestra propia naturaleza nos pide como si de un impulso esencial e irresistible se tratase. Y digo bien "irresistible" porque en realidad nada esta oculto, todo esta a la vista de Dios, y todo, a la muerte, esta a la vista de los demas, así que ¿para que esconderse en uno mismo?, para que intentar ocultar lo que en el fondo no puede ser ocultado.

Doy gracias a Dios porque me ha buscado una persona con la que poder hablar, una persona de la que tengo la sensacion que puedo compartir lo que subyace en mi corazón.

Te doy gracias padre por estar conmigo, y a ti mi amigo, mi rey por acompañarme y tratarme como tal, como un amigo.