Hola Chalo
Disculpa por el tiempo que he tardado en escribirte, todo lleva su tiempo y en mi caso creo que discurre un poco más lento.
La verdad me sorprendió que me pidieses que te escribiese, es mucho más fácil para mí ser coherente cuando escribo que cuando hablo, cada uno tiene su realidad.
Muchas veces pienso que lo que para otros es tremendamente sencillo a mí me cuesta un mundo, y no creo que deje de estar en lo cierto, entender las cosas del corazón, de la amistad, de la relación entre las personas, entenderse uno mismo… todo esto aparentemente fácil para otros para mí es un trabajo de orfebrería.
Durante mucho tiempo busque aquello que “admiraba” aquello que socialmente podía ser admirado por los demás, que de daba un toque de prestigio, de superioridad, un lugar frente a los demás, y si se te soy plenamente sincero todavía una parte de mi corazón se mueve en ese sentido, pero también he descubierto otra forma que nos permite realizarnos realmente en la que hay que descubrir qué tenemos en nosotros mismos, en el corazón, en nuestra forma de relacionarnos en toda nuestra realidad… aquello que nos realiza profundamente pues es aquella parte de nosotros más real, más admirable y más valiosa. Se que cuando esa parte se desvele yo también podré sentirme pleno conmigo mismo….
Simplemente conocer esto, es todo un mundo, entenderse uno mismo otro y realizarse plenamente otro… así que creo que me llevará un buen tiempo.
Sin embargo, como no estoy solo y él está conmigo, muy cerquita… todo esto sé que se desvela en el día a día, poco a poco. Yo no tengo experiencias que te hagan postrarte sobre los pies y alabar, aclamar, sentir realmente la fuerza del corazón del Dios en el corazón… Yo solo tengo certeza de ello, de que existe, de que El está ahí, de que me busca, de que Yo también le busco a El, de que quiero aprender a estar con los que tengo cerca y aprender a compartir lo más profundo que tienen , aquello que Dios les regalo en su corazón, compartir…
Compartir, es una palabra olvidada, pero de verdad te digo que aquel que no comparte lo que tiene dentro se le muere, se pudre, compartir para regalar, porque solo así nos sorprenderemos a nosotros mismos del regalo que poseemos, y aquellos que tenemos cerca nos conocerán en profundidad y se sentirán admirados por nuestro deseo de regalar lo que tenemos… Tal vez esto sea muy difícil de conseguir aquí, por miedos, por inseguridades, pero es una verdad esencial del alma, acaso no quiere El compartir con nosotros todo lo que posee, así nosotros tenemos grabada la necesidad de compartir, porque él nos ha grabado a fuego su esencia en nuestro corazón, no podemos ser distintos a él porque El nos ha regalado en nuestro interior su forma de ser …. Aunque seguro que tú Ya conoces esto.
Cuando se comparte lo que uno tiene dentro, uno mismo toma conciencia de lo que posee y todo le hace sentirse grande, sin orgullo pero con la admiración del regalo que posee en su interior, del regalo de ser especial y valioso para los que tenemos cerca… del regalo de ser valioso uno mismo.
A mi todas estas cosas me dan vueltas en la cabeza como verdades absolutas, como verdades de Dios… .Su simple existencia me sorprende y admira profundamente.
Esto es lo poco que tengo.
No porque conocerlo no sea valioso, sino porque la realidad exige ponerlo en práctica y para ello primero hay que saber qué se posee para compartirlo.
Supongo que El hace las cosas en el día a día, y que teje la realidad de cada uno para que al final, la historia personal haya permitido salir lo mejor de nosotros… aunque creo que si no lo consigue a la primera tenemos la suerte de tener un Dios obstinado con los suyos.
Te aseguro que el mundo de la inseguridad, de la angustia, de la autoculpa, del miedo rompe el alma, le pone tantas trabas que la hace incapaz de salir de sí misma, de tener la confianza para siquiera hacer lo que el mundo real más cercano nos propone a cada instante, lo que la realidad de este mismo instante nos propone… si te soy sincero conozco bien estas cosas porque las he vivido y les temo como se le teme al fuego. Pero también pienso que Dios no da puntada sin hilo, si las conozco por algo será. También pienso que El no ha terminado conmigo esta experiencia, por esto estoy tan nervioso y temeroso.
El pasado Miércoles mientras estábamos en misa vino a mí el siguiente pensamiento.
“Deberias confiar”
Yo: No puedo confiar me da miedo, confiar supone dejar que el otro tome el control de uno mismo. Mi falta de control está en mis emociones, en mi estabilidad, en tener los pies en la tierra y me da miedo delegar todo esto a otro, siquiera si es a Dios, porque supone que no tendré control sobre nada, y no sé si con ello él me va a hacer pasar por cosas que no quiero, si realmente me va a curar de ello o si por el contrario no ha terminado y quiere que vuelva a estar como estaba.. .Te aseguro que eso sigue estando en mi corazón… no quiero dejar de ser sincero. Sus ojos ven más allá que cualquiera de nosotros así que El sabe que lo que digo es cierto.
“Eso es miedo… “ vuelve a decirme el pensamiento, la intuición o como quieras llamarlo… porque a veces tienes la sensación de que es un pensamiento distinto al tuyo, pero no deja de estar en tu interior….
Entonces al final de la celebración una personas dice ¿pregúntate si tienes miedo?, si tienes miedo no puedo hacer nada…. Ole!. Y aquí esta la pescadilla que se muerde la cola. No puedo evitar aquello que me separa de la paz, de la tranquilidad, incluso de El.
Doy gracias porque El me puso en el corazón el deseo de buscarle, de buscar el respeto a los demás por lo que son, de tener animadversión a la culpa, al miedo y a la vergüenza, de conocer que El tiene muchas facetas, de esperar que al final me permitirá compartir con él como amigo, no solo como padre o madre, pues todos esos sentimientos y realidades están dentro de él, todos a la vez y para cada uno de nosotros, y eso es absolutamente digno de admiración, de alabanza y de dar gracias por su existencia y por su deseo de compartirlo con nosotros.
Por lo demás, siendo sincero estoy más tranquilo, puedo sacar más ante los que tengo cerca lo que me preocupa, no me gusta, lo que puedo hacer y lo que no…, pero esto sé que es un trabajo a largo plazo.
Hay muchas cosas que ya conoces de mí, pero te aseguro que el conocimiento de una personas no está en lo que es capaz de decir de sí misma a través de sus palabras, si fuese así todos me tendrían por medio loco o locoentero…. pero Yo sé que El está muy cerca… muy cerca… lo que Yo busco un día romperá del todo las barreras de mi corazón… espero que todo esto sea solo un tiempo, aunque se que va a ser largo…. Tengo la esperanza de que él me quiere como amigo, cerca, tal y como él a veces ya lo está.
Solo puedo darte las gracias por tu tiempo, y pido a Dios que te bendiga con su paz…
Un abrazo,
PD: y también que te bendiga con un poco de más amor por el orden…
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